Homosexualidad en los animales

¿Estaban en el armario o los biólogos se han preocupado por ocultarnos el dato? La pregunta puede ser chocante pero es lógica, ahora que algunos investigadores se atreven a revelar que los animales también tienen conductas gay-lésbicas. Si Darwin levantara la cabeza no saldría de su asombro: algunos animales desarrollan, con absoluta normalidad, prácticas que para muchos podrían ser consideradas como sexualmente gay o lésbicas.

Ya sea por instinto natural, lenguaje corporal, o porque a nosotros nos lo asemeja, lo cierto es que parece que en el reino animal hay gays, lesbianas y bisexuales. Desde los que pertenecen a la fauna salvaje, como los gorilas de montaña y los leones, a las mascotas domésticas como los gatos y perros (cúantas veces hemos sospechado que nuestro perro es gay). La verdad es que en el reino animal hay una absoluta diversidad, ya sea de especies como de conductas entre los miembros de la misma especie. Hay animales transgéneros, que cambian de sexo, animales travestidos (quienes adoptan la conducta del otro género pero no tiene sexo con el suyo propio), y animales que viven en tríos y cuartetos bisexuales.

En el archipiélago de Fernando de Noronha, en el noroeste del Brasil, científicos brasileños constatan por primera vez la existencia de "prácticas gays" en los delfines que viven en libertad en sus aguas. El proyecto “Delfín Rotador” lo descubre: "Hemos observado que en esta región muchos delfines, tanto machos como hembras, practican la homosexualidad y que otros se limitan a la felación", declara uno de sus investigadores, José Martins, responsable del proyecto. Los ciéntíficos se quedan boquiabiertos cuando descubren que las actividades sexuales de los delfines de la especie Stenella longirostris, “sin finalidad reproductora”, prueban que el objetivo de estos cetáceos es simplemente “el placer sexual o afectivo”.

Bruce Bagemihl es un afamado biólogo que lleva 10 años investigando la literatura biológica para obtener datos en “sexualidad alternativa en animales. Como resultado de su investigación escribe “La Exuberancia Biológica: la Homosexualidad Animal y la Diversidad Natural”, un libro de 768 páginas sobre lo que ocurre exactamente en los santuarios gays animales. En dicho libro, en la primera parte discute la sexualidad animal en sus más variadas formas y la manera en que los biólogos han intentado obviar el asunto. En la segunda parte, "A Wondrous Bestiary," nos habla de la sexualidad “no convencional” en casi 200 mamíferos y pájaros (orangutanes, ballenas, murciélagos...). Bagemihl explica por qué los animales pueden ser calificados como gays o bisexuales, aunque la mayoría de la comunidad científica prefiere términos como interacciones sociales únicamente entre varones, asociaciones multihembra, unisexualidad, isosexualidad o intrasexualidad. (¿Miedo a las conclusiones que se podrían sacar?).

El libro incluye anécdotas conductuales de animales: Una mona envuelve sus piernas alrededor de otra hembra,“frotando su propio clítoris contra su compañera mientras emite gritos de gozo”. El investigador explica que puede ser una forma de conducta del saludo, o reconciliación, o posiblemente una conducta de intercambio de comida, pero acalara que no es exactamente sexo, y no precisamente sexo lésbico. Otra historia curiosa: un pingüino del parque zoológico se acerca a otro arqueándose graciosamente. Los pingüinos parecen idénticos y un visitante del zoo pregunta cómo se diferencian a los varones de las hembras. “Podemos saberlo por su conducta”, responde un cuidador. “Eric está cortejando a Dora”. Un guardián llega con noticias: Eric ha puesto un huevo.

Desde la tristeza de nuestra complicación observamos a los animales en su falta de prejuicios. Lo más curioso es que desde un zoo de Amsterdam no se ha dejado escapar esta posibilidad. El Artis Zoo fue fundado hace 160 años, y es un parque zoológico con caminos tortuosos, árboles majestuosos y edificios históricos monumentales que todavía le dan una especial atmósfera del siglo XIX. Pero hay algo que lo diferencia de los demás: el zoo organiza para gays y lesbianas visitas guiadas para demostrarles que la homosexualidad es un fenómeno natural que ocurre en todos los animales del mundo. Las “atracciones estrella” de la visita guiada son los monos varones a los que “les chiflan” otros monos machos, gansos que forman “matrimonios gays”, y una chimpancé lesbiana. Y el momento culminante de la gira es una visita al lago de flamencos, donde las “orgías” entre miembros del mismo sexo no son raras. Los directivos del parque zoológico dicen que la gira ayuda a los humanos a estar satisfechos con su propia sexualidad.

El director del Parque zoológico de Artis, Dr Maarten Frankenhuis, realiza una declaración de intenciones: “la idea es mostrar que la homosexualidad es un fenómeno natural. Muchos visitantes se sorprenden. Comprenden que ellos o sus hijos e hijas no son en absoluto raros, sino que simplemente pertenecen a una minoría”. El Dr Frankenhuis opina que los animales simplemente responden a su propia naturaleza y que no tienen las complicaciones de los humanos. “Los animales gays no son tratados con sospecha o desprecio por los compañeros de su propia especie. No hay ningún rechazo de los compañeros al gay en absoluto, a diferencia de lo que puedes encontrar frecuentemente en los humanos”.

Los comportamientos son tan libres de prejuicios que, en algunos casos, los animales machos escogen compañeros masculinos incluso cuando las hembras en celo están disponibles; en otros casos, los animales se hacen gays cuando se separan de las hembras.La conclusión se hace evidente: habrá que tomar nota y ejemplo de los animales, y olvidarnos de tantos tabúes y prejuicios que nos han atado de manos durante tanto tiempo y que tanto daño nos han hecho. El reino animal vive libremente, si los humanos le dejamos, pero es precisamente el animal que se ha autocatalogado “el más inteligente” de este planeta (por su progreso, por sus ideas y por su creatividad) el que ya parece que no lo es tanto.