He visto dos amigos

He visto dos amigos que, perdidos,
sin saber han venido a terminar
a un callejón dormido, en un solar,
bajo hileras de lienzos extendidos a secar.

De mi ventana, encendidos,
les oigo largamente murmurar.
Aún bajo la escasa luz lunar
es obvio que son viejos conocidos.

Conversan. Uno propone partir,
tomar la ruta por la que han llegado.
Algo absorbe al otro, ahora callado.

Total silencio, lento revivir;
mano que se posa hasta cubrir
la mano ajena. Beso aposentado.

Anónimo