Ayer por la tarde un amigo y yo nos fuimos de safari fotográfico por los recovecos del pueblo que nos vió nacer. No voy a agobiaros subiendo decenas de fotos, me limitaré a mostraros algunas que de una u otra forma tienen que ver con el agua, muy abundante en esta zona. Podría utilizar el Paint Shop Pro (nótese que yo no utilizo el PhotoShop de los cojones) para mejorarlas, pero prefiero conservarlas tal y como salieron. Todavía tengo mucho que mejorar como fotógrafo, pero todo se andará.El pavo tan feo que se puede ver a la izquierda de estas líneas es un servidor, sorprendido a traición por el objetivo de la cámara de mi colega. ¡Sí, ya sé, tengo la frente un poco ancha!, pero que le voy a hacer, hace como dos años que me afeito la cocorota diariamente, y es que mi abuelo me dejó por herencia una alopecia más que incipiente.
Para compensar este hecho diré que puedo pasar tranquilamente por el lugar que indica la última foto, ya que estoy dentro de la talla permitida, jejeje (y no me estoy refiriendo a la altura). En fin..., es lo que hay.
