Eres capaz de hacer un nudo en el rabito de una cereza con la lengua, si es así es que besas DPM. Personalmente tengo que reconocer que me encantan los besos, mejor dicho me gustan las sensaciones que se producen en mí cuando beso a alguien con ganas. Me refiero, claro está a un buen morreo, porque besos hay muchos, y formas de besar ni te cuento.
Yo soy de la opinión de que para que se produzca una buena química a la hora de besarse, no hace falta estar enamorado; claro que si sientes amor por la otra persona, saltarán hasta chispas; pero cuando hay una fuerte atracción sexual, se pueden conseguir unos besos de fábula. De todas formas muchas veces a los besos no le dedicamos la atención y el cuidado que se merecen, generalmente nos lanzamos con demasiada rapidez al beso con lengua; nos besamos como un precalentamiento o como una formalidad antes de pasar a "cosas mayores".
"Te quedarás sin respiración. Gemirás y te desmayarás porque la sangre huirá de tu cabeza y correrá desbocada por todas las venas de tu cuerpo. Entonces serás incapaz de pensar o razonar..." Así es como describieron una vez a lo que uno siente cuando besa con pasión. Según los expertos, si hay comunión mental y la suficiente atracción física en el beso, el alud de procesos químicos que se suceden provoca una auténtica conmoción en el organismo. El efecto es tan abrumador que, según algunos biólogos, podría compararse a una sobredosis de anfetaminas.
Los que entienden de estas cosas afirman que durante un beso de alta intensidad aumentan los niveles de dopamina (sustancia asociada con la sensación de bienestar) y de testosterona (hormona asociada al deseo sexual), y las glándulas adrenales segregan adrenalina y noradrenalina, que aumentan la presión arterial y la frecuencia cardiaca. A la vez, la glándula pituitaria, situada en la base del cerebro, libera oxitocina. El cóctel resultante es una experiencia tan turbadora que, para muchos, supera al propio acto sexual.
Algo muy curioso es que, incluso en la más absoluta oscuridad, sabemos encontrar perfectamente los labios de la otra persona, es como si tuviésemos un resorte que nos dirige directamente hacia el sitio correcto. David D. Coleman, autotitulado experto en besos y autor de libros al respecto, dice que para dar un buen beso se necesitan de las cuatro "pes": paciencia, pasión, parsimonia y presión adecuada.
El beso no evolucionó como expresión de cariño hasta el siglo VI en Europa, cuando empieza a surgir como una forma de afecto entre personas adultas y ya no sólo en niños. Difiere en cada cultura, así en Japón, no son muy dados a besarse y menos en público. En cambio, en las culturas medio-orientales es costumbre saludarse entre hombres con tres besos: uno en cada mejilla y al final en la frente. En Francia, también es costumbre presentarse con cuatro besos.
Según el Kamasutra, existen 30 formas diferentes de besar: beso palpitante, beso que enciende el amor, beso de recuerdo de la pasión, beso que despierta... y así hasta 30. Dentro del reino animal, los monos también se besan y son los "bonobos" o chimpancés enanos los que mejor practican este arte.
Records y Curiosidades:
La Biblia es el primer libro que describe perfectamente el beso, con 40 alusiones sólo en el Antiguo testamento.
El mayor número de besos en una película lo dio John Barrymore: 191 en "Don Juan", rodada en 1927.
El beso más largo del Cine Duró 3 minutos y 5 segundos y se lo dieron Jane Wyman (ex de Ronald Reagan) y Regis Toomey en "Ahora estás en el ejército".
Dror Orpaz y Carmit Tzubara, de Tel Aviv, protagonizaron en 1999 el beso más largo registrado en la realidad. aguantaron 30 horas y 45 minutos con las bocas pegadas, antes de ser trasladados al hospital con fuertes dolores en la cara.
Citas sobre Besos:
Un beso es un truco excitante de la naturaleza para interrumpir la conversación, cuando las palabras son superfluas. (Ingrid Bergman)
Un beso es una cosa en la que se requieren ambas manos. (Mark Twain)
Un beso es una encuesta en la planta alta para saber si la planta baja está libre. (Robert Lembke)
Un beso es una respiración boca a boca (primeros auxilios) sin que haya necesidad. (Joachim “Blacky“ Fuchsberger)